Video: Cassandra López Bastidas
El famoso mercado Pino
Suárez que se encuentra entre las calles Benito Juárez y Aquiles Serdán,
encierra una gran historia, pero hoy esa historia va dedicada a la planta alta
del lugar; se distingue de muchos otros mercados por tener esta zona solamente
dedicada a la gastronomía.
Fue en el años de 1951 que
el Mercado Pino Suárez, sufrió esta gran modificación. Con la intención de
modernizarlo, el gobierno municipal que presidía Amado S. Guzmán pavimentó las
calles que lo rodean y levantó un anexo de cemento y ladrillo sobre la antigua
explanada, éste cubrió la fachada poniente del mercado. La ampliación fue
destinada a la instalación de servicios de restaurante en la planta alta y
otros puestos en la parte inferior, que fueron divididos por un pasillo al que
denominaron Enrique Mora, en honor al autor del vals Alejandra.
Las
cocinas económicas
Este lugar dedicado a la gastronomía
esta hecho de cocinas económicas, así que si tu viajas con mucho o poco
presupuesto no puedes dejar de probar algún guiso tradicional del puerto a un
bajo precio.
Las cocinas economías a
diferencia de los restaurantes es que en ella se ofrece comida corrida, ya que consiste
en tres platillos también conocidos tiempos, la entrada que puede ser sopa en
caldo, consomé de pollo, arroz o sopa de tortillas; continuando con el segundo
tiempo que puede consistir en el guiso del día, camarones empanizados, ceviche,
tostadas, flautas, pollo a la plaza, pechugas, fajitas entre otros platillos, y
para finalizar en el tercer tiempo un rico postre que diariamente varia.
En este lugar también se suele rentar
a turistas que piden la cocina para prepar sus platillos, a un bajo costo, lo único
que tienen que hacer es llevar los ingredientes de lo que desean preparar.
Aunque la comida es sumamente barata
los platillos son muy elaborados y deliciosos; todas las cocinas que están localizadas
en el mercado son dirigidas por mujeres, la mayoría son de una misma familia
como el caso de Irma, encargada de una de ellas.
Esta joven de solo 26 años de edad, continúa
con el negocio familiar, pues su abuela y su madre han sido encargadas de esa
cocina durante 50 años, ella y una trabajadora preparan la comida, mientras su
madre atiende a los clientes.
"Esto
se ha convertido en una tradición, mi abuela y mi madre han sido las encargadas
desde hace bastante tiempo me parece que 50 años y ahora sigo yo, no me molesta
estar aquí, me gusta mucho hacer comida y más cuando los turistas prueban la
comida mexicana, cuando es comida que está un poco enchilosa me da risa ver sus
gestos. Ellos por lo general piden marisco pero también otros piden algo típico
de Mazatlán o mexicano".
Las tradiciones están arraigadas en
nosotros y nuestra sociedad, nacemos y nos la inculcan a partir de ese día; Irma
desde chica miraba a su mamá y a su abuela trabajar con entusiasmo y ella sigue
sus pasos.
"Todo lo que preparamos esta hecho con sabor casero, porque ese sabor es el que a todos nos gusta porque nos recuerda a casa"
Por: Cassandra López Bastidas
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