Caminando, observando y sintiendo la brisa
que choca en mi piel, imagino todas las historias que encierra el inmenso mar,
que desde pequeña le he tenido un inmenso respeto; me detengo y observo esa
fachada descuida, abandonada arruinada por el pasar de los años, que desde que
tengo memoria he mirado con gran
incertidumbre pensando ¿Por qué seguirá así?, ¿Por qué no la convierten en museo?
pues es lo menos que se merece.
La
Casa del Marino, encierra más historia de la que puede mostrar su fachada
destruida, dañada por bandalos y por la inclemencia del tiempo, su estilo neo-colonial
es único en el puerto.
En 1944 en plena Guerra Mundial y a raíz
de la participación del escuadrón 201 de la Fuerza Aérea Mexicana en la guerra
del Pacifico, se decidió construir en Mazatlán un edificio donde descansaran
los marinos en tránsito al frente y de regreso de esta guerra.
El 1 de junio de 1946 fue inaugurada la
Casa del Marino por el presidente de la república general Manuel Ávila Camacho, el propósito principal
fue para albergar a marinos mercantes que se encontraban en situaciones
difíciles cuando arriban al puerto.
La Casa Del Marino De Mazatlán fue
construida junto al Fuerte 31 de Marzo otro sitio histórico que fuera mandado
construir por el Presidente Porfirio
Díaz, en honor a los valientes militares mazatlecos que defendieron con honor en Marzo de 1864 el
ataque de la Fragata Francesa La Cordoliere
en la guerra de la intervención francesa, ocasionando severos daños a
esta embarcación insignia de la flota naval francesa, con tan solo un cañón
empotrado en piedras en la zona de la playa norte también se construyó como
símbolo al triunfo de las tropas republicanas y como monumento al heroísmo de
los soldados al mando del coronel Gaspar Sánchez Ochoa.
Después
de leer diferentes placas con esas letras resaltadas y enmohecidas me doy
cuenta que este lugar vale más que cualquier cosa, sus barrotes viejos y
oxidados dan señal de que la brisa salada está presente todos los días desde
que se levantó el edificio; sigo caminando tratando de buscar una entrada al
edificio y simplemente no la encuentro, es casi imposible entrar al menos para mí
porque a lo que alcanzo a apreciar los bandalos e indigentes si tienen acceso a
él.
Por fin
logro entrar a través de una maya de alambre cuidando no quedar a torada y
cuando al fin logro atravesarla me doy cuenta de que el lugar esta mucho peor
por la parte de atrás. Un gran patio trasero con un kiosco a la mitad y una
especie de alberca con maleza por todas
partes adornan el recinto que albergo a cientos de marinos. Basura de todo tipo
y un olor putrefacto emana del agua estancada en la alberca, el edificio prácticamente
en ruinas lleno de porquerías y objetos pertenecientes a indigentes arruinan
todo lo que este edificio debería ser hoy en día.
Todos esos muros que fueron testigos de la batalla con la fragata "Cordelliere" estan a punto de derrumbarse, la balconeria esta hecha añicos peor que si hubiese recibido un cañonazo del enemigo. El cañon que es la pieza central de todo esto esta convirtiendose en polvo de la excesiva corroción, ese mismo cañón que fue apuntado por valientes mazatlecos en la defensa de su pueblo.
Muchas son las historias que vivió este edificio y aunque muchas personas creemos que lo mejor es convertirlo en un lugar turístico como un museo, la realidad es que el tiempo y bandalos se están encargando de destruir algo que es representativo de este puerto, y aunque es difícil accesar a el, el ver e se cañón es algo indescriptible.
Bien. Las fotografías son buenas; me hubiera gustado ver algunas imágenes del deterioro interior que nos describes.
ResponderEliminarMi hermoso Mazatlán, cuanta historia encierra...
ResponderEliminarEe una lástima que las autoridades no restauren este lugar y lo conviertan en un museo.
Ojalá hicieran algo al respecto, recuerdo que el teatro Ángela Peralta estuvo por muchos años abandonado y ahora toda esa área es una belleza.
Es un lugar con sierto atractivo en lo particular me atrae el lugar y me llama mucho la atención de verlo por dentro y adentrarme en su istoria cada que puedo doy un paseo por ahí y me gusta observar el mar sentado por la parte de dónde está el cañón por supuesto la parte de afuera pues no tiene acceso
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