viernes, 21 de marzo de 2014

Amantes de la Velocidad




La noche se encontraba un poco fría, todo parecía estar en tranquilidad, durante el transcurso del recorrido me preguntaba hacía donde realmente me dirigía, solo escuchaba por parte de mis amigos, que arribaríamos a un lugar conocido por los amantes de la velocidad. En la entrada del sitio había colocado un letrero que decía “Autódromo de Mazatlán”, fue ahí donde pude darme cuenta de donde nos encontrábamos. En la parte principal del lugar se hallaban tres personas colocadas junto a una caseta, quiénes son los encargados de cobrar el acceso al lugar, el costo oscilaba entre los 50 pesos. Ya habiendo llegado, y después de algunos minutos de búsqueda, logramos localizar un lugar para estacionarnos. Nos bajamos del auto y nos dirigimos hacia el área de la pista de carreras. Alrededor de la autopista todo se tornaba en silencio, sólo se escuchaban algunas voces en tono bajo, expresando su entusiasmo porque ya diera inicio el espectáculo. Minutos antes de el comienzo del evento, pudimos observar dos gradas de lado derecho, y tres del lado izquierdo, optamos por colocarnos en la primera fila, a tan solo cinco escalones, esto para evitar que nos demoráramos en salir al concluir la competencia de carros.

 Las luces de la pista de carreras se empezaron a encender, y todo se iluminaba cada vez más, al frente se encontraban los puestos de comida con venta de hamburguesas y hot dogs. La música sonaba escuchándose melodías de rock, generando un ambiente de alegría.  

Y fue entonces que al llegarse las 10:30 de la noche, los autos y camionetas empezaron a encender sus motores, algunos de ellos los que engalanarían con su participación, y otros que solamente lo hacían por llamar la atención del público.
El arribo de los distintos carros no fue en forma desaprovechada, ya que los asistentes venían acompañados de sus familiares, amigos y parejas, en algo que se denomina en el Autódromo como autos sardinas, en el que se pueden incluir la cantidad de personas que se quiera, pagando el costo de una entrada normal de carro.

 Siendo las 11:00 de la noche, el evento daría inicio con algunos carros de modelos recientes, mismos que fueron los encargados de abrir la pista. Al escucharse el primer encendido de motor de los pilotos a participar, los aplausos y los gritos de emoción de los que estamos presentes no se hicieron esperar. Conforme transcurría la participación los ánimos aumentaban, algunos nos reíamos, otros observábamos detenidamente, otros tantos se paraban de sus asientos para seguir el recorrido de los carros que jugaban competencias. Cada uno de nosotros teníamos la oportunidad de escuchar al narrador de los arrancones, Eduardo Varillas, quien iba explicándonos detalladamente lo que estaba sucediendo con el trayecto de cada automóvil.
 En el Autódromo se hallaban conductores automovilísticos que nos visitaban por primera vez, provenientes de ciudades como; Durango, Monterrey y Guadalajara.
En el lugar todos los asistentes parecían ser unos fieles apasionados de la adrenalina, algunos de ellos apostaban, otros convivían, y unos cuantos más disfrutaban de sus alimentos y bebidas.
Cada vez que terminaba un recorrido se otorgaba un espacio de receso de aproximadamente 20 minutos, esto con la finalidad de dar paso a la colocación de chicle sobre la pista, con la intención de evitar que los carros fueran a patinar en el tramo del recorrido, y así poder prevenirse de accidentes.
Mientras tanto las personas aprovechaban para ir a comprar, buscar sus abrigos en los carros, al mismo tiempo que seguían arribando distintos visitantes. A las 12:00 de la noche, llegó la segunda parte del desfile de autos, presentando carros de época, y antiguos, los cuáles lucían con esplendor por el hecho de estar tan bien cuidados a pesar del paso de los años. Al darse las 12:15 pm, Eduardo Varillas, encargado del Autódromo de Mazatlán, dio la oportunidad de adentrase a la pista a las personas que traían motos. Esto con el fin de hacer deslumbre de la rapidez de sus motocicletas. El desfile de motos fue el momento que arrancó risas y algunas burlas por parte de los presentes, ya que las motos no eran tan veloces.
Llegadas las 12:30 de la noche, el evento creció al anunciarse el espectáculo esperado, por fin el dragster y un carro antiguo se enfrentarían en la carrera de velocidad, por intentar demostrar cual de los dos sería el de mayor rapidez. El banderista fue el encargado de dar la señal de inicio, y al segundo los dos carros arrancaron, de inmediato pudo sentirse la emoción entre los espectadores, la mayoría de ellos colocados sobre las bardas del Autódromo.

 Mientras aumentaba la velocidad de los carros, el público más gritaba y aplaudía. Al final el ganador fue el carro dragster, y todos los asistentes salieron convencidos y emocionados del espectáculo presentado esa noche por el Autódromo de Mazatlán.






El Autódromo de Mazatlán, es un lugar en el que se llevan a cabo las tradicionales carreras de autos. Se adecúa para organizar y realizar competencias automovilísticas. Si desea visitarlo, se ubica a la altura del kilómetro 4 de la autopista Mazatlán-Culiacán.


Algunos de los eventos que se efectúan en el Autódromo de Mazatlán son:
Carrera de autos
Carrera de motos
Carros con turbinas de avión
Carrera de ciclismo


El Autódromo esta abierto todos los viernes a partir de la 9:00 pm, con un costo de 50 pesos.
¡Ven y visita el lugar que destaca por ser un nido de velocidad y ambiente!



Karen Sarahi Vargas Osuna




 para mayor información visita: www.autodromomazatlan.com/

 https://www.facebook.com/autodromo.mazatlan.9








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